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LOS DERECHOS HUMANOS SE IMPARTEN A CUALQUIER PERSONA, INDEPENDIENTEMENTE DE LA EDAD QUE TENGAN: NAVA POLINA

  • María del Carmen Nava Polina, Comisionada Ciudadana del INFO CDMX, señaló que niñas y niños están interesados en presentar solicitudes de información.
  • Participó en la Segunda Reunión del Grupo de trabajo Participación Ciudadana y Acceso a la Justicia, convocado por la RIJA.

 

En México, viven más de 21 millones de niñas y niños de entre los 5 y 14 años de edad, de acuerdo al Censo 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señaló María del Carmen Nava Polina, Comisionada Ciudadana del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX).

Aseguro que el equipo de Estado Abierto del órgano garante local ha conocido a menores de edad interesados en realizar solicitudes de información; “les ayudamos a las niñas y niños a solicitar información pública, mucha veces damos el seguimiento para saber qué les respondieron y también los acompañamos si se quieren inconformar y les ayudamos a presentar esa inconformidad para cerrar ese círculo”.

Durante su participación en la Segunda Reunión del Grupo de Trabajo Participación Ciudadana y Acceso a la Justicia, convocado por la Red Internacional de Justicia Abierta (RIJA), donde presentó el cuento Infantil Una Ciclovía para Paula, aseguró que los derechos humanos se imparten a cualquier persona, independientemente de la edad que tengan.

Las instituciones públicas -dijo- tenemos la obligación de proveer el derecho al acceso a la información y hacernos entender con un lenguaje claro y sencillo para que las personas nos comprendan y puedan hacer uso de él.

Al exponer en la RIJA, Nava Polina explicó a las personas participantes de diferentes países latinoamericanos que la niñez es uno de los grupos vulnerables con los que trabaja; la creatividad de niñas y niños nos pueden llevar a lugares insospechados.

Nos parece importante ir abonando a la participación de la niñez. Estamos en un proceso de cómo podemos cocrear y tropicalizar historias, como la obra infantil Una Ciclovía para Paula, porque no es lo mismo habitar en la Ciudad de México que vivir en la montaña o en alguna comunidad con otras necesidades y sin conectividad. Las formas de cómo podemos acercar este cuento es fundamental, enfatizó.

“Para la elaboración del cuento infantil se tuvo la participación de una niña de quién nos informamos de sus necesidades de información -según su caso- después fue presentado por ella misma, ahí es donde alcanzamos replicabilidad y logramos impactar en la participación de la niñez”, añadió Nava Polina.

Una Ciclovía para Paula fue escrito en un lenguaje claro y accesible y se adaptó a lenguas indígenas de México como náhuatl, mixteco, tsotsil y mixe, detalló.

Desde el equipo de Estado abierto -dijo la Comisionada- es un reto el cómo acercarnos a las niñas y niños; para ello, estamos trabajando en un cuestionario que nos ayude a tener una retroalimentación de su parte; porque fue un proceso de inclusión el llevar a cabo la entrevista, así como una acción de participación pública.

Se utilizó el Modelo de Apertura por Diseño que plantea un diálogo permanente entre las personas, las instituciones y actores públicos para construir soluciones a problemas que tienen las personas, de manera especial a grupos en situación de vulnerabilidad. Lo que se busca es tener alternativas a problemas compartidos a través de la sinergia de participación y cocreación, precisó.

Al explicar cómo fue el desarrollo de la creación de la obra infantil, dijo que “el reto fue gigante porque hay muchas necesidades y se tuvo que ver cómo ir decantando, priorizando hacia quiénes vamos a trabajar o con quién estamos trabajando. Me parece que la clave de podernos acercar con mayor precisión y en menos tiempo a las personas, a las que vamos dirigidas, es estudiar primero cuáles son sus necesidades”.

Nosotros -detalló- cuando hicimos esta selección de con qué temas y con qué grupos íbamos a trabajar fue muy difícil, porque México es un país donde una de cada dos personas está en situación de pobreza, “entonces fue tener las claves para poder acercarnos a esta agenda de derechos humanos, y será muy noble si tiene un alcance genuino y no sólo discursivos, porque es ahí donde podremos encontrar respuesta, aunque no haya recursos”.

Nava Polina precisó que a ella le gusta “la comunicación compasiva porque es lo que directamente el cerebro registra; registra lo positivo, no lo negativo. Hablar de la comunicación compasiva y sencilla, es clave para poder acercarnos a la población en situación de vulnerabilidad porque ya tenemos una escucha activa, nuestras palabras van a ser menos, más sencillas, más concretas, eso nos va a tejer puentes, aunque no sepamos la realidad de la persona con la que estamos trabajando o queremos trabajar, pero ella misma nos va a ir diciendo; esa es la clave para la comunicación compasiva; herramientas que son útiles”.

Antes de finalizar, invitó a conocer el cuento infantil Una Ciclovía para Paula, y replicarlo. Para nosotras -dijo- es muy importante poder compartir el aprendizaje que tenemos y por supuesto tenemos retos comunes.

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