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Afirmó que, con el Protocolo de apertura y transparencia para la prevención, reacción y recuperación ante el riesgo, buscamos dar respuestas a los retos y carencias que se tienen cuando se sufren distintos tipos de riesgos ante emergencias.
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La Comisionada Ciudadana del INFO CDMX participó de manera virtual en el II Conversatorio de Género y Paz hacia Enfoques Restaurativos.
Las instituciones públicas son de suma importancia en los proyectos de aplicación social, porque es donde se puede tener incidencia y, sobre todo, que las propuestas sean viables, ya que son las que toman y detonan las distintas acciones públicas y las políticas de prevención, puntualizó María del Carmen Nava Polina, Comisionada Ciudadana del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX).
“Las instituciones públicas son un elemento fundamental para poder llevar a cabo la aplicación del Protocolo de apertura y transparencia para la prevención, reacción y recuperación ante el riesgo”, comentó.
En el proceso de aplicación, dijo, también es importante la participación de la iniciativa privada, porque estamos ciertas que es uno de los grandes motores de las economías a nivel mundial, que es donde se teje el ordenamiento de la sociedad y porque su articulación es tan importante como lo es también el ámbito académico, quienes llevan esta reflexión de fondo a largo plazo en los distintos temas.
Durante su participación de manera virtual en el II Conversatorio de Género y Paz hacia Enfoques Restaurativos, Nava Polina explicó el desarrollo e importancia que tiene el instrumento social que se desarrolló y construyó durante año y medio en mesas de trabajos de co-creación, multiactor y multinivel.
La Comisionada Ciudadana comentó que la idea del Protocolo surgió durante los trabajos del 1er Coloquio por una Reconstrucción Abierta en la CDMX, tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 que sacudió a la Ciudad de México con un enfoque de apertura, de incorporación de las necesidades sociales, de comunidades, de grupos en situaciones de riesgo; que se pudiera activar para salvar la vida o para tomar decisiones que se necesitan en los distintos momentos en que se presencian las eventualidades.
“Lo que quisimos es empezar a dar respuestas a los retos y carencias que se tienen cuando se sufren distintos tipos de riesgos ante emergencias, como un huracán, una guerra o lo que estamos viviendo en el mundo: la pandemia por Covid-19. Es así como nació la idea de construir un documento que nos dijera el ABC de qué hacer en cada paso”, explicó.
Nava Polina señaló que el Protocolo lo que busca y pretende, es tener la concentración de información y elementos que se necesitan detonar y visibilizar ante cualquier contingencia, para que las personas cuenten con la garantía del derecho a saber, la información pública y la transparencia.
“Sobre todo decir aquí está la información, que prácticamente a mí me gusta mucho hablar de que la información salga a las calles y no las personas seamos las que tengamos que batallar por encontrarla cuando más la necesitamos”, afirmó.
Invitó a reflexionar sobre cómo debemos reconstruirnos desde un enfoque de paz positiva en todas las interacciones que se vayan teniendo desde el ámbito social, institucional, público y desde la iniciativa privada.
Insistió en que, cuando vivimos emergencias, debemos plantearnos cómo poder recuperar la normalidad o repensarnos para ver cómo queremos trabajar después de que vivimos alguna circunstancia de crisis.
Por último, la Comisionada Ciudadana refirió que el Protocolo va dirigido a las poblaciones más vulnerables, a los grupos que más requieren y no cuentan con los elementos para acceder, ejercer y exigir sus derechos humanos.