Mensaje de cierre en la sesión solemne de clausura de gestión 2018-2025
Un honor estar con todas ustedes. Este momento tiene emociones, sensaciones, reacciones encontradas y creo que todas, bastante válidas.
Todo tiene un origen y un cierre, y por supuesto siempre tengo presente a mis papás y había una frase de mi mamá que me encantaba que era: “entre más cabecitas, mejores soluciones”. Yo crecí con eso junto con mis tres hermanos y un muy querido sobrino. Esto es como un resumen del por qué me gusta el diálogo, aunque a veces sea complejo escuchar las posturas distintas, sí se puede solucionar o poder aprender de lo distinto.
En este momento de cierre de gestión tengo presente no solo a mis papás, mi papá por ejemplo fue un médico, filósofo y alguien muy politizado que participó en las manifestaciones del 68, del movimiento de los médicos en los setenta. Yo crecí con eso.
Había otra frase que también se escuchaba en casa que era “de todas hay responsabilidad en mejorar las cosas” y creo que yo me lo tomé bastante en serio, hasta la fecha así lo siento.
Agradezco el apoyo infinito de mi esposo Rodrigo Moreno en este periodo de siete años, también a mis hermanos, a mis padres que ya están en otro plano, aquí está presente mi hermana mayor y a toda la red de acompañamiento en estos siete años de gestión. ¿En quiénes pienso? varias de ellas están aquí presentes. Desde que yo llegué, la idea de ejercer el apellido de ciudadana me lo tomé completamente en serio porque este tipo de instituciones nos permiten ver que el ejercicio del encargo no depende de nadie más que de forma individual. Las personas servidoras públicas que formamos parte de ellas hacemos la diferencia, sí hay excepciones dentro de estos órganos colegiados autónomos en el país.

Pienso en la Red Internacional de Justicia Abierta, en mis colegas del ITAM, en la Red 50+1, la red de politólogas, en la Red Académica de Gobierno Abierto, en Auna, en la Alianza por el Gobierno Abierto de la que he sido parte en los últimos años.
Como todo tiene un origen, quienes hicieron el favor de apoyar mi designación como comisionada ciudadana hay distintas cómplices y también convencidas en su momento dentro de la primera legislatura del Congreso de la Ciudad. Muchas gracias a esa conformación porque con Marina San Martín, Arístides Rodrigo Guerrero, y con Julio César Bonilla fuimos la camada de cuatro comisionadas electas por unanimidad en una legislatura con diversidad.
Hay una confianza de origen y en su momento el apoyo que recibí de parte de sociedad civil fue Mexicanos contra la Corrupción y estoy muy honrada de poder después de siete años, dar cuenta de lo que implicó el ejercicio de este encargo.
Estoy cierta de que el corazón de la apertura es la sociedad, no pertenece al Estado, sino a la sociedad y por ello la dinámica que podemos tener de apertura depende de todas y cada una de nosotras con independencia del rol que jugamos.
Doy parte de algunos recuentos a partir del pensamiento crítico, creo que también nací con eso, mis papás nos decían: “no me creas, compruébalo tú misma”. A cada paso en ese comprobar, es cómo utilizamos y como fundamentamos las decisiones en cada uno de los tramos y responsabilidades de la vida.
La designación con la que me distinguió el Congreso de la Ciudad de México en diciembre de 2018 para desempeñar el cargo de comisionada ciudadana de este Instituto, para mí siempre será un motivo de orgullo. El haber tenido la oportunidad, casi siete años, de trabajar y participar en la dirección del órgano autónomo responsable de velar por los derechos humanos a la información y la privacidad, representa un logro profesional y personal del que hoy estoy por concluir.
Como también tuve la confianza del poder legislativo al ser nombrada como Coordinadora de Transparencia y Parlamento Abierto a través de la Asamblea Constituyente, que nos dio la constitución de esta capital del país.

En este tiempo la apertura institucional ha sido la guía de mis acciones entendida como el modelo que permite la creación de soluciones conjuntas entre instituciones y sociedad a los problemas públicos, lo que fortalece la confianza y mejora la eficacia de las acciones de gobierno.
Los cinco elementos que la componen: transparencia y rendición de cuentas; participación social y cocreación; integridad y prevención de conflictos de interés; uso de lenguaje sencillo y formatos accesibles; y el mantenimiento de memoria y archivo son la pauta que permitió la construcción de acciones y productos siempre con el objetivo de procurar los derechos que tutelamos con una perspectiva de género, lenguaje claro, accesible e incluyente, orientadas a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Me comprometí y logré 7 reformas para modificar algunos paradigmas en el funcionamiento del Instituto, e incluso del entonces Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (SNT) que estuvo vigente de 2015 hasta marzo de este 2025. Como fue la incorporación del concepto de Estado Abierto, más amplio que el de Gobierno Abierto y que incorpora a los poderes del estado, los órganos autónomos, entidades de interés público como los partidos políticos y el conjunto de la sociedad.
El Estado Abierto se convirtió en una marca para reconocer al equipo, las acciones, productos cocreados y distinguir un cambio cualitativo con el concepto de gobierno abierto.
Fue mi prioridad acercar a la niñez y al público en general las resoluciones del pleno y las demás actividades que realizamos a través del uso de materiales gráficos y un lenguaje sencillo. Contribuir a que las personas comprendan el sentido de las acciones de la gestión pública es el primer paso de la rendición de cuentas y un elemento de Justicia Abierta. El derecho a entender no se les olvide, recuérdenlo siempre.
Es en la primera etapa de la formación donde podemos inculcar con más éxito el interés de conocer y preguntar por lo público, de hacer conscientes a niñas y niños de sus derechos, para que con el tiempo florezcan ciudadanas exigentes con su gobierno y responsables del cumplimiento de sus obligaciones. Recordando que somos una nación pluricultural y que debemos también hacer un esfuerzo por difundir el conocimiento en lenguas originarias.

Paula y el cuento “Una Ciclovía para Paula” han sido grandes aliadas en este esfuerzo, y publicamos la traducción de “Una Ciclovía…” en mixe, náhuatl, tsotsil y mixteco. Así como Yectli, la ajolotita de la transparencia y que hoy vive en una pecera del Museo del Ajolote, quien también ha sido una colaboradora maravillosa en este esfuerzo. Gracias a ella y a sus muchas mamás.
La cocreación se logra primero con la integración a equipos amplios, y eso impulsé con la creación de redes multiactor y multinivel como las de Ciudad en Apertura, Ciudad en Datos Abiertos, y la participación en otras naciones, comunidades locales, entidades federativas y redes internacionales. Sumar el esfuerzo en estas 11 redes con personas comprometidas en sus distintos ámbitos es ejemplo de inteligencia pública colectiva, uno de los principios de mi gestión.
El tejer redes a nivel nacional e internacional es relevante para el intercambio de conocimientos, experiencias y mejores prácticas. Participé en la red que reúne a las instituciones garantes del derecho a saber en iberoamérica, la Red de Transparencia y Acceso a la Información, a través de los grupos de trabajo de datos abiertos y transparencia proactiva y de género y grupos en situación de vulnerabilidad.
Ampliamos el alcance a nivel mundial, al ser parte de grupos de trabajo acerca de personas en situación de vulnerabilidad, de sectores prioritarios y de integridad de la información de la Conferencia Internacional de Comisionadas de Información. También participé en el impulso a la transparencia de los poderes judiciales de México con la Red Internacional de Justicia Abierta a través del Índice de Transparencia Pasiva.
A nivel nacional, colaboré con el Comité Interinstitucional de Igualdad Sustantiva, para compartir lo realizado con relación a las necesidades de mujeres, niñas y niños, personas adultas mayores y personas en situaciones de reclusión y reinserción. A través de las redes de apertura elaboramos el Protocolo de Apertura y Transparencia ante el Riesgo, hoy reconocido como una buena práctica por la OCDE; dos generaciones de la Red Ciudad en Apertura; dos datatones y el reto de infraestructura abierta con tres conformaciones de la Red Ciudad en Datos Abiertos y el núcleo promotor para impulsar el Primer Plan de Acción de Gobierno Abierto que por falta de voluntad política no se concretó pero que desde esta trinchera documentamos la actividad. Porque también aprendemos mucho y quizá más, de los fracasos.
También colaboré con el Foro de la Paz de París, la Alianza para el Gobierno Abierto y la Red Internacional de Justicia Abierta, con las cuales participé en los encuentros realizados para convivir con la comunidad de práctica e intercambiar experiencias que enriquecieran nuestro trabajo, por un lado, y lograr influir de manera propositiva por otro, llevando la cocreación a la arena internacional.
De forma prioritaria desarrollamos y cocreamos con más de 300 aliadas individuales y colectivas, productos innovadores y acciones de socialización con un enfoque a sectores prioritarios que por diversos motivos políticos, económicos, culturales y sociales se encuentran en condición de desventaja para el ejercicio de sus derechos humanos. Entre estos están personas en situación de calle o las personas de grupos de la diversidad sexual,hacia quienes dirigimos junto con mujeres, personas adultas mayores un total de 39 productos que les facilitan el ejercicio de sus derechos con la intención de mejorar su calidad de vida.
Esta forma de realizar la apertura institucional es distinta a la que tradicionalmente se hacía a través de planes y compromisos, por lo que decidimos utilizar el diálogo en 169 mesas de cocreación con actores de academia, instituciones públicas federales y locales y por supuesto, con organizaciones de la sociedad civil que están en permanente trabajo con los grupos en situación de vulnerabilidad y distintas temáticas como la gestión de riesgos y la corrupción.
En nuestra agenda de cocreación también atendimos temas que son transversales y trascendentales para las personas en la Ciudad y en México como es la reconstrucción tras los sismos de septiembre de 2017 o la calidad y gestión del agua. ¿Cómo olvidarlo? en el 2024 tuvimos un gran movimiento de vecinas y vecinos que exigían conocer sobre la calidad del agua y después de un año se dio a conocer esta información, se aceptó por parte de las autoridades de la ciudad que sí había contaminación del agua y en este Pleno determinamos en su momento desclasificar esa información, que en una primera instancia la autoridad de Jefatura de Gobierno había clasificado. También fue interesante todos los trabajos del Protocolo de Apertura y Transparencia ante el Riesgo.
Innovamos en el establecimiento, uso y aprovechamiento de datos abiertos a través del micrositio, que hoy integra y dejamos para el uso y el análisis de 66 conjuntos de datos, la realización de 2 datatones, movilidad y de economía de cuidados, para abonar con acciones y con información a la toma de decisiones en el impulso de los sistemas de cuidados, problemáticas públicas que afectan más a las mujeres, y también tuvimos los laboratorios para que las personas puedan conocer y aprovechar otros conjuntos de datos de la Ciudad y el país.
Difundimos el derecho a saber a más de 1,000 niñas y niños en distintas latitudes en La Nana, el Ajusco, La Nana y la Alcaldía Benito Juárez; en Nicolás Flores en Hidalgo y de Opichén y Maxcanú en Yucatán, con la ayuda de Yectli y de Una Ciclovía para Paula que también se llevó al sistema Braille, además de las 4 lenguas indígenas que comenté.
Generamos en cocreación y a través de un webinario la Caja de Herramientas para Mujeres Resilientes, la cual brinda información a este grupo que representa más de la mitad de las personas que vivimos en México. Participamos en la difusión de mensajes y actividades de los días internacionales de la Mujer y contra la violencia hacia las mujeres, pues este es un compromiso permanente y que formará parte de mis actividades permanentes.
Adaptamos 3 trámites en lenguaje claro y sencillo, para personas adultas mayores y personas con discapacidad.
Atendimos las inquietudes sobre centros de salud sin discriminación para personas de la diversidad sexual y sexogenérica con la guía de salud.
Fomentamos el empleo sin discriminación y los documentos de identidad para las personas que decidieron cambiar su identidad de género o que egresaron del sistema penitenciario con guías y diagnósticos.
Enfrentamos los retos que para México y el mundo representó la emergencia sanitaria provocada por la pandemia por covid-19, redoblando esfuerzos para evitar que esta situación crítica fuera un pretexto para el regreso a un pasado de opacidad. Por el contrario, a través del decálogo, las 55 ediciones Transparencia en cuarentena de órganos garantes que realizamos, 32 ediciones de Transparencia en cuarentena CDMX, 7 exhortos a los sujetos obligados, compromisos, boletines, monitoreos de información, cajas de herramientas y la colaboración de instituciones públicas. Todo para que las personas tuvieran información verídica, necesaria y útil.
Los resultados de nuestras 17 evaluaciones de transparencia logró cambiar de 66.44 puntos de información en una escala de 100 a subir a 78.32, esto es un incremento de casi 12 puntos y es parte de los resultados que doy cuenta y hemos realizado en este Instituto.
Cada punto que avanza el desempeño de las instituciones y actores se traduce directamente en más y mejor información disponible para las personas, garantizando su acceso a la información.
Una ciudad como la que hemos construido desde hace 700 años enfrenta peligros y amenazas constantes, naturales y provocadas por nosotras mismas como humanidad. Las dolorosas experiencias de los sismos de 1985 y 2017 se pueden repetir. Inundaciones, peligros por manejo de materiales peligrosos, accidentes y acciones deliberadas, son amenazas con las que debemos convivir pero que podemos gestionar a través de la información. Por ello, agradezco profundamente la sinergia que realizamos en este tiempo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad, el Seminario Universitario de Riesgos Socioambientales de la UNAM y un amplio grupo de aliadas de la sociedad civil para cocrear el Protocolo de Apertura y Transparencia ante el Riesgo, que se puede aplicar en todo el mundo, en cualquier región y en cualquier momento de emergencia.
La pérdida de vidas por la falla en infraestructura en la línea 12 del Metro y la crisis del agua contaminada por hidrocarburos en la Alcaldía Benito Juárez son recordatorios de que las autoridades debemos proveer información oportuna, veraz, suficiente y adecuada para manejar los riesgos, crisis, emergencias y desastres, pero sobre todo no se nos olvide, para salvar la vida. Sobre estas dos situaciones nuestro Instituto también cumplió a cabalidad para proteger el derecho de las personas. La información salva vidas sí, pero siempre que sea de calidad.
A través de la presentación de 198 recursos de revisión en las sesiones del Pleno, un recurso de revisión es una queja de las personas que presentan cuando no alcanzan a tener la información que solicitaron o haber protegido sus datos personales. Y en esos casi 200 recursos que expuse se realizaba una investigación porque fueron seleccionados al ser información pública, entre ellos están presupuesto, sueldos, acciones de fiscalización y también lo relacionado con estadísticas de justicia y publicación de sentencias.
A pesar de los avances que se lograron en estos años, hoy enfrentamos una nueva etapa a partir de las modificaciones constitucionales y legales que desaparecieron a los órganos autónomos, a los 33 entes que estaban en el país. La historia nos enseña que ningún progreso en el funcionamiento de las instituciones públicas, de su relación con la sociedad y del ejercicio de los derechos individuales es permanente o está exento de retrocesos.
Antes incluso de que esta reforma en su caso sea aprobada por el Congreso, la resolución de recursos de revisión, denuncias por incumplimiento a la Ley de Transparencia o de vulneración de los derechos ARCO en materia de datos personales, queda suspendida desde hoy en la Ciudad de México. Ello porque en su momento no fueron cubiertas por parte del Legislativo, las vacantes que tendrán en este Pleno, responsabilidad de diputadas y diputados de esta Ciudad. La decisión consciente de no hacer los nombramientos necesarios para que funcionen esta y otras instituciones que tienen órganos de dirección colegiados me parece tiene la intención de impedir su funcionamiento, incumpliendo la Ley y a sabiendas que la misma no prevé sanciones por ello.
La memoria en este caso es nuestra mejor aliada para que las nuevas generaciones conozcan lo que era México antes de las instituciones de transparencia y acceso a la información y lo que empieza a verse en esta nueva época de conformación institucional. Desde mi perspectiva el balance es muy positivo de estas dos décadas y por ello hago votos para que desde cualquier espacio profesional e incluso desde la sociedad civil organizada, la academia, redes internacionales, activismo en derechos humanos y el periodismo, continuemos con el esfuerzo para preservar lo que hemos logrado y seguir mejorando.
Conservar la memoria a través del archivo permite la acumulación de conocimientos y experiencias, identificar lo que funciona y lo que no, y de esta forma mejorar las condiciones que permitan el desarrollo individual y colectivo de nuestra sociedad. Además de cumplir con lo previsto en nuestra Ley de Archivos, y honrando mi compromiso con la cocreación de soluciones a problemas públicos, he colaborado con el Instituto Sonorense de Administración Pública y el colectivo de sociedad civil Amnesia, para respaldar la información y los productos desarrollados durante mi gestión y garantizar su acceso y consulta permanente.
El proceso político y administrativo que hizo posible dar el carácter de autónomo a los órganos garantes que hoy menciono es paralelo a lo que acostumbramos denominar transición democrática. Podemos ubicar su arranque institucional con las reformas de 1977 a la Constitución federal, de las que este 6 de diciembre se cumplieron 48 años de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Éstas dieron sustento constitucional a los partidos políticos; instauraron el sistema mixto de mayoría relativa y representación proporcional para la Cámara de Diputados federal y a partir de ahí las locales; reconocieron a la izquierda partidista su legítimo derecho a participar en la integración del poder legislativo; facultaron al Congreso de la Unión a emitir su propia ley orgánica, y precisamente añadieron al artículo 6º: “El derecho a la información será garantizado por el Estado”.

Tuvo que transcurrir un cuarto de siglo para aprobar la ley secundaria sobre el tema y a partir de ahí arrancó un proceso más acelerado de reformas para lograr la autonomía. Esto ocurrió sólo después de la pérdida de la mayoría absoluta de un partido en la Cámara de Diputados y la transición en el Ejecutivo Federal. Por ello no hay forma de separar ambos procesos: la historia del derecho a la información estará siempre ligada a la historia de nuestra transición democrática, para avanzar pero lamentablemente también para retroceder.
A diferencia de 1977 o el 2002 al promulgarse la primera Ley de Transparencia a nivel federal, momentos en los que nos aventuramos en aguas desconocidas, hoy sí sabemos lo que es un México con derecho a la información en los hechos y órganos autónomos, y lo que fue México sin ellos durante el siglo pasado. Hoy sabemos que los órganos garantes pueden funcionar mejor fuera de la esfera administrativa de los poderes ejecutivos y hoy sabemos también cuál es el camino de regreso y la meta a alcanzar cuando las condiciones así lo permitan.
El muro de nuestro salón de pleno, que también fue legado de este colegiado, tiene algunos nombres de personas y grupos que se han distinguido en esta larga travesía democrática. A diferencia de quienes hoy nos despedimos que fuimos herederas por ejemplo del Grupo Oaxaca, promotor a inicio del milenio de la primera Ley de Transparencia federal; Alonso Lujambio, colega y profesor durante mis estudios profesionales en el ITAM, o Jacqueline Peschard, académica y servidora pública distinguida, nosotras no tendremos a quien legar esta responsabilidad. Y por esto perdemos todas.
La transparencia en México no nació por voluntad espontánea del Estado, sino por una presión constante, organizada y valiente de la sociedad. Fueron las ciudadanas y ciudadanos —periodistas, colectivos, academia, organizaciones civiles— quienes forzaron la apertura institucional, quienes exigieron contrapesos, acceso a la información y mecanismos de rendición de cuentas. La transparencia, no se nos olvide fue una conquista social, no un regalo gubernamental; se construyó desde abajo, con exigencia y resistencia frente a la opacidad.
Por eso resulta profundamente irónico —e incluso preocupante— que hoy sea el propio Estado quien pretenda presentarse como el garante exclusivo de una transparencia que históricamente resistió. Que el gobierno intente apropiarse de una lucha que nació precisamente por la desconfianza en el poder revela una contradicción estructural: quienes alguna vez fueron cuestionados por ocultar información ahora se erigen como voceros de una causa que no impulsaron. La paradoja expone un riesgo mayor: que la narrativa oficial intente borrar el papel esencial de la sociedad en la vigilancia y defensa de la vida democrática.
Hace 25 años celebrábamos con entusiasmo la apertura que comenzaba a construirse en México. Esa aspiración ciudadana se convirtió en una auténtica conquista: el país logró cimentar un modelo de transparencia robusto gracias al fortalecimiento de los órganos autónomos constitucionales, creados precisamente para vigilar al poder y asegurar que la información pública dejara de ser un privilegio. Fue un avance histórico impulsado por la sociedad, no un acto de generosidad gubernamental.
Hoy, sin embargo, ese fortalecimiento se ve disminuido. Las instituciones que debían fungir como contrapesos están nuevamente atrapadas por un poder que debe ser revisado de manera permanente. La ironía es evidente: el mismo Estado que resistió la transparencia en su origen pretende ahora minimizar a los órganos creados para vigilarlo. Frente a esta regresión, la exigencia social vuelve a ser indispensable para impedir que se cierre ese espacio de rendición de cuentas que costó décadas construir.
Reconozco y agradezco el trabajo de las 54 personas que me han acompañado en esta etapa, 32 mujeres y 22 hombres, tanto en la ponencia que encabecé y la Dirección de Estado Abierto, Estudios y Evaluación. Comentar que en el ejercicio de mi encargo estuvo bajo mi coordinación, el 1.58% del presupuesto de este Instituto con lo cual doy cuenta de que sí puede hacerse un uso eficiente de los recursos.
El trabajo de las organizaciones solo es posible con las aportaciones tanto individuales como colectivas de quienes las integran. El talento, responsabilidad y esfuerzo continuo de un grupo profesional de colaboradoras hizo posible transformar ideas a través del trabajo, en bases de datos, documentos, foros, materiales gráficos, resoluciones, así como la impartición de asesorías y talleres que son la herramienta para que las personas ejerzan de forma efectiva sus derechos a saber y a la privacidad.
La integridad y la comunicación fueron dos valores centrales que guiaron mi función y los resultados de los cuales doy cuenta. También lo fueron la pluralidad, la cocreación, el generar confianza, impulsar la participación y la información con claridad y accesibilidad, ejerciendo siempre la autonomía e independencia, abonando a la construcción de paz, la objetividad y la corresponsabilidad.
Demostré que, a través del diálogo y el activismo desde una posición de responsabilidad pública, se pueden construir acuerdos, manejándome siempre con legalidad, institucionalidad democrática, generando documentación para construir memoria que es nuestro legado y observando en todo momento la perspectiva de género, la inclusión y de derechos humanos.
Así como hace 25 años acompañé la lucha por la apertura y, durante siete como comisionada ciudadana del INFO defendí la transparencia desde lo institucional, y en próximas fechas, 13 de diciembre para ser exacta seguiré con el impulso desde otras trincheras y la idea es fortalecer nuestra democracia y nuestras libertades, porque las convicciones firmes siempre encuentran la manera de renacer.
El participar como actora en esta obra colectiva ha sido un honor, y el cierre de este capítulo lo realizo con la satisfacción de lo logrado, la acumulación de aprendizajes y experiencias, con la valoración de los retos, de los errores, de los fracasos y de los obstáculos porque también eso nos permitió crecer y agradezco cada momento, cada encuentro a mis colegas integrantes de los diversos plenos, Marina San Martín, Viviana Peralta, Arístides Rodrigo Guerrero, Julios César Bonilla y Laura Enríquez, muchísimas gracias a todas ustedes.
Misión cumplida.


