Efeméride por los 40 años de los sismos de 1985

Efeméride por los 40 años de los sismos de 1985

 

Mañana 19 de septiembre se conmemoran 40 años de la ocurrencia de los sismos de septiembre de 1985. Un evento que según cálculos del Centro Nacional de Prevención de Desastres causó alrededor de 6 mil personas fallecidas, 36 mil viviendas destruidas, 65 mil dañadas, daños severos en la infraestructura de salud, educación, industria y comercio, y un costo estimado de 4 mil 100 millones de dólares de ese entonces.

Como consecuencia directa de ese desastre nació en mayo de 1986 el Sistema Nacional de Protección Civil, con una visión de prevenir daños, mejorar la respuesta ante emergencias o desastres y reconstruir con una visión de mitigar los riesgos detectados.  Estas son tareas permanentes y la información generada o en posesión de las instituciones públicas es un insumo fundamental.

El conocimiento científico sobre el fenómeno, su probabilidad de ocurrencia, los mecanismos de alertamiento y la respuesta al mismo se basan en el análisis de la información que en ocasiones solo las instituciones pueden recopilar, registrar, conservar y sobre todo hacerla pública.

La creación del Centro Nacional de Prevención de Desastres, las unidades administrativas a nivel federal que hoy se organizan en la Coordinación Nacional de Protección Civil, las secretarías o subsecretarías en cada entidad federativa y las unidades de gestión de riesgos en cada municipio y alcaldía, integran el soporte desde la administración pública para las acciones de protección civil.

 

 

Como sociedad hemos ido construyendo un marco legal para la gestión de riesgos, y aquí quiero recordar que la primera Ley de Protección Civil para el Distrito Federal la aprobó la entonces Asamblea de Representantes, antecedente de nuestro Congreso de la Ciudad de México, en febrero de 1996, cuatro años antes que a nivel federal se aprobara la Ley General de Protección Civil.

La creación del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) que permite alertar a un grupo de ciudades, entre las que está la Ciudad de México, de temblores de gran magnitud ocurridos en las costas de Jalisco a Oaxaca con segundos previos a la llegada de las ondas sísmicas es una medida de prevención de daños de la mayor relevancia.

 

 

La mejor manera de honrar la memoria de las personas fallecidas, heridas y todas las afectadas es trabajar desde nuestro espacio personal y también profesional y público para reducir el riesgo, en este caso, del riesgo sísmico.  No podemos mudar una ciudad que tiene 700 años en construcción, no podemos evitar la ocurrencia de un sismo en la Brecha de Guerrero, en la falla de Acambay o en la región Oaxaca-Puebla, pero hoy tenemos el conocimiento para construir con más seguridad de tal forma que se puede reducir la probabilidad de colapsos.

Por ello, desde este Info de la Ciudad nos hemos comprometido con acciones de manejo del riesgo, a través de la información pública.  Un primer ejemplo fue la cocreación del Protocolo de Apertura y Transparencia ante el Riesgo donde uno de los pilares es hacer simulacros de información pública con la que es útil contar en la etapa previa a una emergencia, que deben proporcionar tanto instituciones públicas como organizaciones particulares e incluso personas en lo individual.  Esto es resultado de tener un Estado Abierto.

 

 

Con el objetivo de socializar el protocolo, en coordinación con el Cenapred, se desarrollaron dos talleres didácticos dirigidos a personas servidoras públicas, así como del sector académico, social y privado para que comprendan a fondo los principios y prácticas que delinean el mismo protocolo. 

En este marco, este Pleno del Info aprobamos en marzo de 2025 un Acuerdo para suscribir un convenio de colaboración con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad para la generación y el uso del chatbot INFO-ATIC, desarrollado en esta casa, que permita informar de manera pública y en tiempo real sobre las medidas de gestión integral del riesgo de desastres a través de esa herramienta informática.  De tal manera que la Secretaría en próximas fechas dará a conocer este chatbot que aprovecha el Protocolo de Apertura y Transparencia ante el Riesgo.

También el protocolo ha sido referido y orientado la investigación en el Seminario Universitario de Riesgos Socio Ambientales de la UNAM.

Por otra parte, el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal junto con sus normas técnicas complementarias sintetizan el conocimiento técnico-científico que permite construir, en suelos tan blandos como los de esta Ciudad, edificaciones seguras que funcionen como escuelas, hospitales, centros de atención a personas con discapacidad, para adultas mayores, plazas comerciales, oficinas y unidades habitacionales, entre otras.

Pero para que sea efectivo es necesario garantizar que se cumpla y aquí la responsabilidad de supervisión de las instituciones es esencial, y pueden apoyarse también en la sociedad.  Por ello, en este colegiado aprobamos el Acuerdo sobre Lineamientos para la identificación y publicación de información de interés público en materia de Construcciones, Desarrollo Urbano y Protección Civil publicado en la Gaceta Oficial de esta Ciudad el pasado 3 de septiembre.

Este acuerdo establece como obligaciones de transparencia, entre otras, las constancias de seguridad estructural, visto bueno de seguridad y operación, y la plataforma de registro de programas internos de protección civil.  Hacer disponible esta información permitirá que las personas identifiquemos el cumplimiento real de las disposiciones señaladas en el Reglamento de Construcciones y la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México.

A pesar de los avances, quedan también retos.  Por ejemplo, de acuerdo con el sitio Escuela Segura del gobierno de la Ciudad solo 584 de un total de 2,965 escuelas particulares de educación básica registradas cuentan con los documentos completos en materia de gestión de riesgos.  Eso es poco menos del 20% y no sabemos la situación de las escuelas públicas.

A nivel de las alcaldías de nuestra Capital de 1,948 inmuebles que deben contar con un programa interno de protección civil, solo 21 lo tienen, es decir, un cumplimiento del 1%.

Aprovechemos esta fecha como un aviso de lo que nos falta por mejorar, porque como señala la cita inicial: «Donde ha temblado antes, … volverá a temblar», y el acceso a la información pública y la transparencia es una aliada para poder prevenir desastres.

Muchas gracias.

 

 

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