A Ricardo Jiménez, Coordinador General de CIMTRA, que dedicó su trabajo a la transparencia y rendición de cuentas. In memorian.
Es un hecho: todas y todos nos podemos contagiar de coronavirus. La pandemia del COVID-19 no ha distinguido en contagios entre personas, comunidades, clases sociales, nacionalidades, y países. Desde casas reales, políticos, deportistas, hasta artistas, personal médico, y en general cualquier persona que no siga las recomendaciones de prevención que dicta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, lo que también es cierto es que la pandemia COVID-19 ha visibilizado los problemas sociales del actual modelo de desarrollo. En ese sentido, la situación de emergencia sanitaria afecta más a las personas en situación de vulnerabilidad. Y no me refiero en el acceso a los sistemas de salud pública o privada, sino a algo más básico, a la primera medida de prevención que evita los contagios y que recomienda la OMS: lavarse las manos con agua y jabón.
Contrastes
Abramos el debate entonces, sobre el acceso a los recursos hídricos en la capital del país en medio de la pandemia COVID-19, así como del derecho de acceso a la información. Ambos considerados derechos humanos, no obstante en la Ciudad de México se calcula que un habitante de zona residencial (un 2% de la población) consume alrededor de 567 litros al día, frente a los 128 litros de un residente de las zonas populares (77% de la población), según datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).1
Es decir, la desigualdad en el acceso al agua en esta ciudad vuelve aún más compleja la estrategia para contener la propagación del coronavirus. En México, 10.5 millones de familias no cuentan con agua potable diariamente en su casa, es decir, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) los habitantes de 1 de cada 3 casas registradas en el país no tienen agua todos los días. Por otro lado, existen personas como las internas del Centro de Reinserción Social Femenil de Santa Martha Acatitla de la Ciudad de México, y los 54 menores que viven en esas celdas, que durante algunos días de marzo no tuvieron acceso al vital líquido.2
Y como refirió la Organización de las Naciones Unidas hace unos días, la lucha contra la pandemia tiene pocas posibilidades de éxito si la higiene personal (lavarse las manos con agua limpia y jabón), la principal medida para prevenir el contagio, no está al alcance de quienes no tienen acceso a servicios de agua potable”.3 Es aquí donde entra el derecho de acceso a la información, desde su concepción -más tradicional- de derecho llave, hasta su concepción más innovadora como lo es la agenda de Estado Abierto.
Ochenta por día
En la capital del país le corresponde al Sistema de Aguas de la CdMx (SACMEX) la operación del sistema hidráulico, mismo que pierde cerca del 40% de agua en fugas,4 pero también corresponde a las Alcaldías la distribución del recurso hídrico que llega a las personas.
En ese sentido, desde el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la CdMx (INFO CdMx), las y los Comisionados hemos resuelto entre 2019 y hasta el 18 de marzo de 2020 un total de 60 inconformidades de acceso a la información pública, incluyendo una denuncia por incumplimiento de obligaciones de transparencia en materia de agua. El 95% de las inconformidades corresponden a SACMEX mientras que el resto a Alcaldías, el 82% de las resoluciones han salido con distintas instrucciones con el fin de favorecer a las personas.
Pero, ¿qué es lo que las personas quieren saber? Principalmente temas de cortes de agua en sus colonias, infraestructura hidráulica y asuntos relacionados con concesiones, autorizaciones, así como permisos que otorguen los sujetos obligados antes citados. En ese sentido, tener información sobre los permisos que otorga la autoridad para construir nuevos desarrollos inmobiliarios resulta fundamental para conocer tanto la factibilidad como la sostenibilidad de la explotación de los recursos hídricos que existen en las diferentes colonias.
De acuerdo con el INEGI, en 2010 había dos millones 453 mil 31 viviendas habitadas en la Ciudad de México, cifra que aumentó a dos millones 601 mil 323 para 2015. Es decir, se construyeron 81 viviendas por día en promedio en los últimos cinco años. El boom inmobiliario y los megadesarrollos comerciales demandan enormes cantidades de agua que genera una profunda desigualdad en el acceso al vital líquido.
Empoderamiento ¿es posible?
Ante emergencias y crisis agudas las carencias se hacen más palpables. Por ello, es impostergable el empoderamiento de las personas, grupos y comunidades con mayores necesidades y vulnerabilidades. A partir de una agenda colaborativa de apertura, basada en inteligencia pública, con perspectiva en derechos humanos, alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, el tema del agua es transversal. El plan estratégico de trabajo de la agenda de Estado Abierto que desarrollamos desde el InfoCdMx en la Capital del país, coloca este énfasis.
El agua conserva los ecosistemas, genera empleo, afecta en el acceso a la educación, tiene que ver con generación de energía, con equidad de género, con la producción de los alimentos, y está directamente relacionada con el derecho a la salud.