Es aliado de las instituciones ligadas a áreas de justicia;...
Ver másLos ajolotes son únicos de México, son animales anfibios y hay 17 especies endémicas. Son ejemplo -casi mágico- de resiliencia, de transparencia y transformación, pues tienen la capacidad de regenerar miembros perdidos, tejidos, e incluso órganos como el cerebro y corazón. Su nombre proviene del náhuatl axolotl, que significa monstruo de agua. Y en la Ciudad de México hay un ejemplar muy especial: Yectli. Ya les cuento. De 1998 a 2014 se ha reducido abruptamente la presencia de ajolotes, al pasar de tener 6,000 ejemplares por kilómetro cuadrado en los lagos de Xochimilco, en Ciudad de México, a sólo 36. Recientes estudios refieren que los ajolotes están al borde de la extinción debido a la contaminación urbana y a especies que ponen en riesgo su vida. Políticas públicas y sinergias privadas se han activado para su rescate; e incluso existe el Día Nacional del Ajolote Mexicano el 1 de febrero. La investigación científica sobre los ajolotes ha rebasado fronteras, como lo publicado en la revista Nature en avance de hallazgos en China.
Por parte de sociedad civil, el Museo del Axolote, Axolotitlán, en la alcaldía Alvaro Obregón, es un proyecto que concientiza sobre la conservación de los ajolotes; tiene alianzas para realizar investigación y reproducción de las especies. Y justo con ellas, a través de su Directora Pamela Valencia, sumamos acciones para que en sus instalaciones conservaran a Yectli, la ajolotita de la transparencia.
Yectli en náhuatl significa bueno, derecho, hermoso; y es la mascota del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México. Como comisionada ciudadana propuse a mis colegas del órgano de gobierno del InfoCdMx, tener una figura que facilitara la conexión constructiva y amigable con las personas, en la promoción de los derechos humanos a saber y a proteger datos personales.
Hoy por hoy los caminos para garantizar estos derechos se han complejizado, atomizado, están en proceso de modificación. Las instituciones autónomas -como los ajolotes-, están en extinción. Hoy 15 de 33 instituciones encargadas de garantizar este derecho están extintas, según el semáforo de la #ExtinciónDeAutonomías que actualizamos semanalmente.
El ajolote y estos institutos son especies únicas: una en el agua que da vida y se regenera; otra que mediante la protección de derechos abona a construir sociedades más democráticas. El ajolote es resiliente porque se regenera ante la adversidad; simboliza la esperanza de reconstruirse. Las instituciones democráticas sobreviven cuando la sociedad las defiende del olvido y la opacidad. Porque así como el ajolote puede regenerar sus heridas, el derecho a saber y la protección de datos personales pueden garantizarse con sociedad abiertas, inclusivas y participativas.
Es así que el 20 de noviembre realizamos la ceremonia simbólica, como parte de la cocreación de acciones para mejorar realidades, en la lógica de apertura institucional. Hoy, todas y todos pueden conocer a Yectli, la ajolotita de la transparencia como una de las especie que vive en el Museo Nacional del Ajolote como un legado que vincula transparencia, regeneración y cuidado del entorno. La Ambystoma mexicanum, es una especie endémica que habita en los canales de la Ciudad de México y resiste a su extinción gracias a quienes creen en su valor y realizan acciones de preservación como Axolotitlán.
El nombramiento de Yectli simboliza una estafeta. Yectli permanecerá viva en Axolotitlán como un recordatorio de que el derecho humano a saber no desaparece: existe mientras existan las personas. Este legado nos permitirá seguir visibilizando la importancia de preguntar, de participar y de mantener vivo el derecho a saber.
«Cuando una sociedad permite que sus ajolotes o sus instituciones democráticas desaparezcan, renuncia a la vida y la memoria que la definen; pero cuando los preserva, fortalece el legado que da continuidad a su historia y a su identidad.»
Sirva el siguiente Yectlicómic como un legado de la apertura institucional genuina y como un recordatorio que la colaboración entre lo público y privado fortalece e incentiva a todas a aquellas que queremos sociedades abiertas.
Es aliado de las instituciones ligadas a áreas de justicia;...
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