El metro: Lo que no fue

Lo que más resalta es que para el 2024 tuvo un uso promedio diario de 3 millones 200 mil viajes, es decir, solo el 34% de lo que se preveía para 2010

La movilidad es uno de los grandes problemas de cualquier ciudad, no solo de nuestra capital. El ser capaces de construir y mantener infraestructura que permita el tránsito en una urbe de poco más de 20 millones de habitantes es un reto mayúsculo.

En fecha reciente, resolvimos en la institución autónoma de transparencia, el INFO CDMX, una inconformidad relacionada con una solicitud del Plan Maestro del Metro elaborado en 1985.  Después de una primera respuesta que no incluyó el documento, el Metro finalmente entregó lo solicitado.

Un elemento que deseo resaltar se refiere a la importancia de los archivos para la memoria de las instituciones públicas que es uno de los cinco elementos de apertura institucional. El documento corresponde a un órgano público desconcentrado del entonces Gobierno del Distrito Federal conocido como «Comisión de Vialidad y Transporte Urbano», con antecedente de creación en septiembre de 1977.  Ese órgano hoy ya no existe, pero a través de un adecuado manejo de su archivo permitió que el Metro lo mantuviera.

Ese Plan es la segunda revisión del plan maestro de 1980 y preveía que para el 2010, la red del Metro debería contar con una extensión de poco más de 315 kilómetros en 15 líneas, con 274 estaciones y 838 trenes, de tal forma que pudiera ofrecer 9 millones y medio de viajes al día.

No obstante, actualmente el Metro se integra por 12 líneas con 195 estaciones, casi 227 kilómetros de extensión y 394 trenes. En proporción esto es un 20% menos en líneas, 29% menos estaciones, 28% menos kilómetros y 52% menos trenes de lo planeado. Lo que más resalta es que para el 2024 tuvo un uso promedio diario de 3 millones 200 mil viajes, es decir, solo el 34% de lo que se preveía para 2010.

¿Qué sucedió? Mucha agua ha corrido desde mediados de 1985 a nuestros días, y existen razones para esta divergencia tan drástica de planes. Nuestra Ciudad de México enfrentó en septiembre de 1985 los dos sismos que más daños han causado en la capital. Con un cálculo de seis mil personas fallecidas y daños extensos en infraestructura, industria, viviendas, escuelas y hospitales.

Pero en esos años enfrentamos también otras sacudidas, la crisis de la deuda detonada por la moratoria en el pago de la deuda externa en 1982 y la consecuencia natural de limitaciones de gasto público que enfrentó el gobierno fueron la entrada a un periodo de crecimiento económico insuficiente, inflación sostenida y devaluación constante del peso que causaron el empobrecimiento de amplios sectores de la población. La recaída devaluatoria de 1994 y la crisis de 1995 limitaron todavía más las capacidades del gobierno en materia de inversión pública.

A pesar de ello y de que el Metro no cumplió con sus propios planes, hoy sigue siendo la base sobre la que está construida la movilidad en la Ciudad de México, y una parte del oriente del Estado de México.

Conocer el pasado es posible a través de la memoria institucional que resguardan los archivos de las instituciones públicas. Continuemos haciendo un esfuerzo por cuidar ese legado, para que en el futuro las nuevas generaciones conozcan qué se hizo y por qué, y con esa base estén en posibilidad de hacer juicios informados sobre nuestro tiempo.

Preservemos los archivos para conservar la memoria. La transparencia es indispensable para ello.

POR MARÍA DEL CARMEN NAVA POLINA

@MaricarmenNava

Comisionada del InfoCDMX

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