Este reto lo ha identificado la Métrica de Justicia Abierta...
Ver másDe acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) casi 2 mil 300 millones de personas se encontraban en una situación de inseguridad alimentaria en 2021. Es decir, tres de cada diez habitantes en el mundo. Para lograr autosuficiencia, este organismo internacional recomienda abastecer el consumo interno con al menos 75% de la producción nacional. En México, más del 50 por ciento de los alimentos son importados.
Este panorama implica un serio riesgo al logro de Agenda 2030 de la ONU, en particular las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición” y el ODS 3 “Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas en todas las edades”.
En este sentido, es loable que en Iztapalapa se desarrollen programas para atender el problema. Pero recordemos que estamos en un mundo susceptible a las pandemias y las autoridades sanitarias ya han identificado brotes de gripe aviar en la producción de, por lo menos, siete estados de la República.
En consecuencia, este programa despertó interés en la población para saber, mediante solicitud de información, si se consultó la opinión de la Secretaría de Medio Ambiente sobre el manejo medioambiental y controles sanitarios que se llevan a cabo. La falta de información llevó a la persona interesada a interponer un recurso de inconformidad ante el garante de la información en la capital.
De ahí que en el InfoCDMX instruimos proporcionar la información. También advertimos, que la Alcaldía no había transparentado la información de este programa en su portal público. Todos y cada uno de los programas sociales deben ser transparentes conforme a ley.
Acceder a la información empodera comunidades, genera confianza; los programas sociales bien dirigidos pueden contribuir a fortalecer grupos vulnerables y facilitar la seguridad alimentaria con igualdad. Si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, la cantidad de personas que padecen hambre en el mundo se reduciría hasta en 150 millones, de acuerdo con la FAO.