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Transparencia: #UnDíaSinNosotras

Las mujeres no tienen representatividad en la vida pública

El 9 de marzo fue #UnDíaSinNosotras y el pleno del Senado de la República no sesionó por la articulación de senadoras que decidieron ausentarse, para visibilizar la relevancia de que sólo con la participación de ellas, pueden tomarse decisiones legislativas.

La reflexión sobre el papel y el aporte de las mujeres es relevante a los casi tres años de la reforma constitucional sobre paridad de género en instituciones del Estado mexicano.

¿Qué implicaría #UnDíaSinNosotras en los garantes del derecho a saber? En México existen 33 garantes: uno nacional y 32 locales; en 11 de ellos tienen presidentas; en 13 tienen mayoría de mujeres. De haber acción colectiva entre mujeres autoridades en materia de transparencia, el 40% de garantes no habría sesionado.

Hay más. De 117 personas comisionadas, 53 son mujeres (47%), 60 son hombres (53%) con corte del 14 de febrero de 2022. En cuanto a las coordinaciones temáticas y regionales del Sistema Nacional de Transparencia, en 11 casos de 16 son presididas por mujeres; por ende, sólo en cinco comisiones podrían sesionar.

La representación numérica de las mujeres no es suficiente para tener equidad. El gran reto institucional se encuentra en el trabajo y la interacción cotidiana, donde se garantice que la toma de decisiones de y para las mujeres tenga perspectiva de género, de inclusión y de respeto a los derechos humanos.

Que las mujeres sean protagonistas requiere, si o si, imperativo respeto a la pluralidad de voces y posturas. Para ello es necesario identificar, visibilizar y combatir los diversos tipos de violencias sutiles hacia las mujeres y erradicar los micromachismos que permean en ámbitos públicos, privados, familiares, académicos.

Así encontramos el mansplaining (explicación condescendiente de hombres a mujeres sobre asuntos que no la requieren); gaslighting (manipulación psicológica para hacer que cuestionar su propia cordura, al desacreditar recuerdos o percepciones); manterrupting (interrupción innecesaria del discurso de una mujer por un hombre, para restarle importancia) y el bropriating (violencia intelectual por apropiarse de ideas creativas de mujeres por parte de hombres).

Son los pasos mínimos para romper violencias sutiles hacia mujeres. Indispensable para reconfigurarnos como sociedad y avanzar hacia una construcción de paz positiva en donde nuestras voces sean escuchadas y nuestras decisiones respetadas; nuestras aportaciones sean reconocidas, sin ser borradas, ocultas o copiadas con simulación.

POR CARMEN NAVA POLINA

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